La lana es uno de los materiales más populares utilizados para la ropa, pero puede ser difícil de limpiar sin causar daños ni encogimientos. Es importante conocer las técnicas adecuadas para lavar la lana con seguridad, a fin de mantener su forma y calidad. Seguir los pasos correctos garantizará que tu lana no encoja, y permitirá que dure más.
Lo que necesitarás
En primer lugar, tendrás que reunir los suministros necesarios antes de empezar a lavar la lana. La lana es un material delicado y sólo debe lavarse con especial cuidado.
Necesitarás acceso a una lavadora con un ciclo para lana o delicado, y un detergente suave formulado para el lavado a mano.
También necesitarás algunas toallas blancas y una superficie plana para colgar las prendas mientras se secan.
Proceso de lavado
Primer paso: Empieza examinando cada prenda para ver si está sucia. Debes tener especial cuidado al limpiar la lana porque el tejido es propenso a encogerse y dañarse. Las manchas deben tratarse con un detergente suave antes de lavarlas. Asegúrate de que todas las cremalleras, botones y botones a presión están cerrados antes de lavar, y elimina cualquier exceso de pelusa.
Segundo paso: Llena la lavadora con agua fría en el ciclo delicado y añade un detergente suave específicamente formulado para la lana. Introduce las prendas de lana en la lavadora y remuévelas suavemente antes de que empiece el ciclo de lavado.
Paso tres: Una vez que la lavadora haya completado el ciclo de lavado, tendrás que aclarar las prendas en agua fría. Para ello, vuelve a introducir las prendas en la lavadora y añade agua fría. Una vez aclaradas las prendas, exprime suavemente el exceso de agua.
Paso Cuatro: Para evitar que el tejido se encoja o se estire, coloca las prendas sobre una superficie plana y masajea ligeramente cada una de ellas. Si la tela empieza a estirarse, presiónala suavemente para que recupere su forma original.
Paso 5: Coloca unas toallas blancas sobre una superficie plana y coloca las prendas encima. Enrolla suavemente las toallas con los objetos dentro, presionando sobre ellas para eliminar el exceso de humedad.
Paso 6: Para secar los objetos, cuélgalos en un tendedero o una rejilla de secado. Asegúrate de colgarlos lejos de la luz solar directa para evitar que se decoloren.
Consejos de limpieza
Siguiendo estos básicos consejos mantendrás tus prendas de lana en buen estado.
No utilices nunca agua caliente
Cuando laves lana, es importante que recuerdes que nunca debes utilizar agua caliente. El agua caliente hará que el tejido se encoja, se deforme o incluso se decolore. El agua caliente también puede hacer que el tejido se vuelva áspero y rígido.
Sin suavizante
Es importante que nunca utilices suavizante cuando laves prendas de lana. El suavizante puede dejar residuos en el tejido que pueden acumularse con el tiempo. Este residuo puede hacer que el tejido se vuelva rígido y pierda su forma.
Lavado a mano o ciclo delicado
Cuando laves prendas de lana, lo mejor es lavarlas a mano o utilizar el ciclo delicado o de lana de la lavadora. Esto permitirá lavar las prendas con suavidad y evitará que encojan o se deformen.
Conclusión
El lavado de la lana requiere un cuidado especial para evitar que encoja o se estropee. Si sigues los pasos necesarios y evitas el agua caliente y el suavizante, podrás lavar correctamente tus prendas de lana sin temor a que sufran daños permanentes. Con la ayuda de un detergente suave, agua fría y unas toallas blancas, podrás asegurarte de que tus prendas de lana duren muchos años.